O Festival do Contrabando é mais que um Festival, é a junção e fusão da homenagem a uma atividade que ao longo da história foi importante para as gentes da fronteira, com as artes e a cultura. A paisagem fronteiriça que desafiava os destemidos na passagem de mercadorias, agora é palco de vários projetos culturais que transportam para o interior das populações e seus visitantes, os sonhos e ambições, trazendo até à Vila Raiana uma oferta cultural que desafia todas as condicionantes existentes. A região de Alcoutim e Sanlúcar de Guadiana foi um dos cenários propícios para a atividade do contrabando, costuma-se dizer “desde que existem fronteiras, existe contrabando” e Alcoutim e Sanlúcar de Guadiana estão justamente na linha de fronteira do sul de Portugal, tendo o rio Guadiana a separá-los. Esta atividade que sempre originou algum secretismo e vergonha nos que a praticavam, hoje é motivo de heroísmo para as populações da fronteira. Os “nossos” heróis lutavam por uma vida melhor, por terem uma forma de sustento extra, para além do pouco que tiravam da terra ou do que ganhavam em profissões mal pagas, sempre controlados pelos senhores do regime… Arriscar a vida carregando as sacas de produtos comprados nas grandes feiras aos almocreves, caminhando dezenas de quilómetros durante a noite, tendo que dormir sob o teto do céu estrelado, passar as águas frias do grande rio do sul, escondendo-se das vigílias dos postos fiscais da linha de fronteira e dos fuzis que a controlavam. Os sonhos ansiados de famílias, estrangulados pelo regime castrador… Toquem os tambores, dancem, cantem, soltem os palhaços, malabaristas, deixem o povo ouvir contos e estórias que nunca ouviram, a liberdade chegou e todos temos direito a ela, e a concretizar os nossos sonhos e a sorrir. Cada terra tem os seus heróis, a nossa não é diferente, orgulhemo-nos de contar as suas estórias e façamos delas a história da nossa terra. El Festival del Contrabando es más que un festival. Es la fusión entre el homenaje a una actividad que, por un lado, a lo largo de la historia tuvo gran importancia para la gente de la frontera y el arte y la cultura por otro. El paisaje fronterizo que desafiaba a los intrépidos mediante el paso de mercancías es ahora el palco de proyectos culturales que llevan sueños y ambiciones a las poblaciones y los visitantes de estas regiones, trayendo hasta la villa rayana una oferta cultural que desafía los condicionantes existentes. La región de Alcoutim y Sanlúcar de Guadiana fue uno de los escenarios propicios para esta práctica, acostumbrándose a decir “desde que existen las fronteras, existe el contrabando”, y justo en la línea divisoria del sur de Portugal se encuentra Alcoutim, a orillas del río Guadiana, río que lo separa de Sanlúcar de Guadiana, provincia de Huelva, en la Andalucía española. Esta actividad, que siempre originó algún secretismo y vergüenza entre los que la practicaban, hoy recibe una mirada de admiración desde las poblaciones de la frontera. “Nuestros” héroes luchaban por una vida mejor, por tener una forma de sustento que sumar a lo poco que daba la tierra, o lo que ganaban con sus profesiones mal pagadas, siempre controladas por los señores del régimen. Sus gestas son, entre otras, las de arriesgar la vida acarreando sacos de productos comprados en las grandes ferias de los arrieros, caminar decenas de kilómetros durante la noche, durmiendo bajo el techo del cielo estrellado, pasar las aguas frías del gran río del sur, escondiéndose de los vigilantes de los puestos fiscales de la frontera y de los fusiles que la controlaban. Sueños ansiados de familias, estranguladas por el régimen castrador; toquen los tambores, bailen, canten, salten los payasos, malabaristas, dejen al pueblo oír los cuentos e historias que nunca oyeron, la libertad llegó y todos tenemos derecho a ella, a concretar nuestros sueños, a sonreír... Cada tierra tiene sus héroes y la nuestra no es diferente, sintámonos orgullosos de contar sus historias y hagamos de ellas la historia de nuestra tierra.